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"Esta situación mostró una vez más la resiliencia que caracteriza al sector maderero argentino"

07.09.2020

Entrevista a Gonzalo Rondinone, Director Ejecutivo de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA).

¿Cómo fue el impacto de la pandemia en la industria maderera argentina y cómo se encuentra ahora? ¿Cómo le fue a la industria en términos generales a nivel regional desde el pasado marzo?

El análisis del impacto de la pandemia en la industria maderera tenemos que realizarlo en dos etapas. Con la declaración del ASPO en marzo nuestro relevamiento sectorial indicaba que en abril la mayoría de las empresas del sector registraba caída de ventas hasta el 70%. En ese momento la situación general era crítica. Con la reapertura de actividades el panorama, por suerte, comenzó a cambiar. Hoy encontramos una economía a dos velocidades en nuestro sector. En términos de ventas casi el 50% de las empresas, sobre todo el segmento de muebles, se encuentra vendiendo más que en marzo previo a la pandemia. Cabe aclarar que mayores ventas no implica necesariamente mayor rentabilidad. La adaptación a la nueva normalidad implica también mayores costos de operación en términos de traslado de personal, protocolos de seguridad e higiene, dificultades logísticas entre otros. Aún en este repunte de ventas no debemos dejar de remarcar algo importante. Esta recuperación nos deja en niveles similares a los de hace 15 años atrás. Tenemos un largo camino por delante para recuperar el dinamismo y el sector. Al mismo tiempo, queda todavía una gran cantidad de empresas del sector que necesita ser auxiliado y estamos haciendo un fuerte trabajo sobre eso. 

¿Cuáles fueron los principales retos y desafíos a los que las empresas del sector debieron hacer frente? ¿Ha habido empresas que han encontrado nuevas oportunidades de negocio durante este contexto?

Esta situación mostró una vez más la resiliencia que caracteriza al sector maderero argentino. La mayor crisis en los últimos 50 años para nuestro sector pudo ser afrontada, y aún lo continúa siendo, por la unión de los distintos jugadores sectoriales. En los momentos más álgidos de la crisis, los empresarios dedicaron muchas horas de reunión e intercambios para colaborar con distintos colegas de todo el país. La pandemia y la cuarentena han acelerado ciertos procesos de transformación y digitalización de muchas empresas que en otro contexto le hubiesen tomado años. Por caso, FAIMA celebró por primera vez en su historia una Asamblea de manera virtual y viene trabajando desde el inicio de la pandemia con una modalidad virtual. Esto garantiza y permite que muchas voces de todo el país estén presente en todas las discusiones que no siempre era posible en la presencialidad.

¿Cuál ha sido el comportamiento de los consumidores, tanto en el AMBA como en el interior del país? ¿Qué rol jugó la digitalización (e-commerce, redes sociales) de los canales de venta durante la cuarentena?

La cuarentena implicó por definición que la gente pase más tiempo en su hogar y resignifique la importancia de un espacio adecuado tanto de trabajo como para su vida diaria. En ese marco, observamos una fuerte demanda de muebles (sillas, escritorios, mesas, entre otros). La pregunta clave y sobre la que tenemos que seguir trabajando es ese shock de ventas es temporario o permanente y como sector que podemos hacer para garantizar la sostenibilidad del mismo. Las empresas que lo pudieron aprovechar mejor son aquellas que tenían bien aceitados los canales de comercialización digital y programas de buenas prácticas en redes sociales. Detectamos en nuestro relevamiento de principio de agosto desde FAIMA un 15% más de empresas del sector que realizan ventas online respecto al inicio de la pandemia. Al mismo tiempo, la logística de entrega de producto también se puso de manifiesto. El consumidor quiere el producto lo más rápido posible. La última milla de entrega tiene que tener tanta relevancia como el resto de la producción.

En ese contexto las redes sociales tienen un rol central. Permiten alcanzar nuevos clientes geolocalizados y mantener una comunicación constante con los habituales. La oportunidad viene con un desafío. El contenido visual tiene que ser profesional con imágenes de alta calidad. El sector tiene que ser capaz de vender la experiencia por ejemplo del mueble sin perder calidad en el proceso. 

Nos encontramos a pocos meses de terminar este año. ¿Qué balance podrían realizar de lo que va de 2020, con respecto al año anterior? ¿Cuáles son las expectativas y el panorama que avizoran desde FAIMA para la industria en 2021?

El bloque de madera y muebles venía de años extremadamente complejos tras cerrar el 2018 con una caída de 10% y el 2019 con un retroceso del 15,1% en el nivel de producción. El sector, conformado en un 98,7% por PyMEs, atravesaba un momento crítico en materia de rentabilidad. A la caída de ventas en el mercado local que caracterizaron esos años se sumaron los aumentos de costos asociados a la corrección cambiaria y tasas de interés siderales que restringieron el acceso al crédito. Ese fue el punto de partida para el sector al momento de la pandemia y la cuarentena.

Las subas de ventas que se registran en algunos eslabones de nuestro sector nos devuelven a ese punto de partida. Desde ese punto inicial queda un camino enorme por recorrer para devolverle el dinamismo a nuestro sector. El balance del año hasta acá, en el contexto general, es positivo, ya que se trabajó en conjunto con el gobierno, otras entidades gremiales, consumidores, entre otros, para lograr salvar las empresas que fue el punto central de la crisis.

Para 2021 creemos que es central la construcción con madera. Tenemos una oportunidad muy grande de aportar soluciones al enorme déficit habitacional que tiene Argentina de alrededor de 3.5 millones de hogares. En el NEA este déficit supera el 50% de los hogares y en el NOA, el 40%. La construcción con madera ofrece ventajas respecto a materiales tradicionales de construcción húmeda en tanto que los tiempos de construcción son menores, los costos también y son sustentables con el medioambiente. Al mismo tiempo, resulta central para nosotros en 2021 seguir trabajando para posicionar fuertemente al mueble argentino.

Gonzalo Rondinone es Doctor en Economía de la Universidad de Buenos Aires y Magíster en Gestión Económica y Financiera del Riesgo de la UBA. Fue investigador visitante en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) durante 2017-2018 en el Departamento de Estudios Urbanos y Regionales. Ha sido consultor en riesgo en distintos proyectos internacionales en España y México. Ha trabajado en proyectos de desarrollo regional ligados al sector primario en Argentina. Actualmente se desempeña como Director Ejecutivo de la Federación Argentina Industria Maderera y Afines (FAIMA).

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